Y es aquí donde publicaré lo que se me ocurra escribir...

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Más mamá

—Quiero teta.
—¿Servilleta?
—No, teta.
—¿Pandereta?
—No. Te-ta.
—¿Pantaleeeetaaa?
—Teeee-taaa, mamá, teta.
—¿Bicicleta?
—Ciqueta… yo monto yo ciqueta e Mañiana.

En la bicicleta de Mariana
—¿Tú te montas en la bicicleta?
—Sí, ciqueta e yindo, yo monto…
—¿Te gustan mucho las bicicletas, bebé?
—Sí, tuta ciqueta yo
—Uhmmm… Vas a tener que pedirle al Niño Jesús una bicicleta… Tú sabes que el Niño Jesús es muy bueno…
—Sí… Tetú
—Bueno, el Niño Jesús es muy bueno y nos cuida y nos da cosas buenas… Y es tan bueno que en su cumpleaños, que es en Navidad, él nos hace regalos.
—Ajá
—¿Qué le vas a pedir tú al Niño Jesús?
—Más mamá.
—¿Cómo???
—Más túúú, más mamá…

Y me abrazó y yo todavía tengo la boca abierta. Todos los niños siempre nos enseñan. Los hijos, sin embargo, nos dan las más grandes enseñanzas en la cotidianidad. Hoy se cumplen dos años de que mi nena y yo nos vimos a la cara por primera vez, de su primer llanto y su primer abrazo con papá. Que bendición más grande nos ha dado el Niño Jesús.

¡Feliz 4 de noviembre a todos!  

domingo, 19 de abril de 2015

Eva


En América Latina, la del Sur, la hispanófona, como  la quieras llamar… toda la sociedad te mira desde la pubertad como si tú fueras Eva. O mejor dicho, la última Eva, la que nos va a salvar de la extinción. Cuando llegas a los 25 años sin que nadie te haya metido un gol ya eres sospechosa.

Tu mamá, tus tías, tus primas, tus hermanas, tus amigas, tus compañeras de trabajo, hasta la ascensorista te pregunta, con mayor frecuencia cuanto más te acercas a los 30, cuándo vas a traer al mundo una pequeña réplica tuya ¡El último de la estirpe! Es que parece que fuera así, que la humanidad depende tu fertilidad y de la carita bonita del muchachito o muchachita.

¿Que si tienes novio? ¡¿Ah?! ¡Seguro que lo tienes escondío! ¿Que si tu novio te insulta o te pega? Eso no importa, los muchachitos le deben salir bonitos. ¿Qué si han terminado esa relación más veces que las que salen al cine? ¡Qué exigente eres! ¿Qué no tienes casa? Tu mamá, tu tía y tu abuela, zutanejita y su hermana tampoco. ¿Que te quieres casar primero? Ah, bueno, pero casarse es facilito, un papelito. ¿Que te quieres graduar? Un muchachito bello y deseado no necesita tantas cosas.

Nadie se pregunta tampoco si odias a los niños, ni si eres enfermiza o floja. Todas quieren verte como mamá. Y aunque a veces creo que es una venganza de tu madre por haber nacido, para mi sorpresa es más frecuente que las nulíparas te manden a parir. Sí señores, esas niñas más jóvenes que tú te andan diciendo que tengas tú un bebé.

Eve after the Fall - Alexandre Cabanel
En su momento le respondí a más de una ¿Por qué no lo pares tú?, ¿Tú me lo vas a cuidar mientras trabajo?, ¿Tú me lo vas a mantener? Es verdad que he caído antipática pero… Es verdad, ya yo lo venía observando y lo termino de entender ahora. Nadie está dispuesto a hacer mucho por el último de la estirpe. Llega el día en que el bebé deja de ser una emoción. Y ese día puede ser el día que vuelves a casa después de parirlo. Para unas es más, para otras es menos. Y estás ahí, con tu vida que ya estaba full de cosas que hacer y ahora tienes que cubrir, con la ayuda del amor de tu vida en el mejor de los casos, tooodas las necesidades de la vida de un nuevo ser.

Entonces, aquel objeto del deseo de los demás, aquello que se creía iba a ser lo más atractivo del mundo para tu mamá, tus tías, tus primas, tus hermanas, tus amigas, tus compañeras de trabajo, la ascensorista ahora te aleja de todas ellas. Nunca nadie tuvo tiempo para nada pero cuando tienes un bebé nadie tiene tiempo ni para quejarse contigo de que no tiene tiempo. Casi ninguna (por no decir ninguna) te podrá echar una mano, ese día, ese uniquísimo día que necesitas una panita que te vea el bebé por una hora y media.


Se preguntarán si escribo esto para pedir amor, atención… Pues sí. Lo más probable es que sí pero sobre todo quisiera que dejáramos esa mala maña de decirle a la gente que hacer con su vida, con sus nacionalidades, con sus órganos sexuales, con sus estudios… Seguro yo misma alguna vez le dije a alguien que tuviera un hijo. Perdón. Ser madre es una experiencia maravillosa y es más feliz cuando el deseo de serlo nace de una, de su alma.